Dos periodistas de Vanguardia se aventuraron el pasado domingo en una travesía de nueve horas para llegar al denominado ‘corazón’ del Páramo de Santurbán.
Tener la oportunidad de recorrer este frágil y esencial complejo natural permite contemplar el proceso de la vida en todo su esplendor, es una experiencia que transmite un aura naturalinigualable.
El Páramo de Santurbán es un santuario de vida que abastece de agua a cerca de 48 municipios de Santander, es considerado como el segundo más grande del mundo después del Páramo de Sumapaz en Cundinamarca.
Con la emoción de adentrarnos en un lugar que cumple una función vital como fábrica natural de agua, viajamos allí para contemplar toda su riqueza natural.
Partimos de Bucaramanga a las 3:30 a.m. y llegamos al municipio de Vetas, Santander, a las 6:30 a.m. Allí, a 3,350 metros sobre el nivel del mar, tomamos uno de los accesos al Páramo que conduce a las ‘lagunas verdes’.
A unos 5 minutos del pueblo, comenzamos la caminata en ascenso angosto. En estos primeros 15 minutos de trayecto, era normal que muchos sufrieran el mal de altura o lo que se conoce como “soroche”. Esto ocurre por la gran altitud y también por la adaptación a la presión atmosférica del lugar, con lo cual se puede sentir náuseas y dolor de cabeza.
Al principio los pasos cuestan, hay que saber mantener la respiración, llevar un ritmo lento y hacer varias pausas para hidratarse y retomar. A medida que avanzábamos se sentía el fuerte e imponente viento que acariciaba los bellos riachuelos. Todo este paisaje nos mantenía expectantes de llegar al lugar de donde proviene el agua que los nutre.
Superada la trocha llegamos a un sendero plano, bastante húmedo y con una gran cantidad de vegetación, que llena de colores el frío páramo. Es un lindo escenario para las primeras tomas fotográficas.
En este punto empezamos a observar los primeros frailejones, que constituyen el ‘corazón del páramo’. Estas plantas hacen de este lugar un epicentro de vida pues son únicas y fundamentales para el ecosistema.
Después de una hora y media de recorrido, llegamos a una cima rocosa y observamos en plenitud decenas de frailejones que formaban un gran colchón con sus hojas abundantes y velludas que en lugar de caer los protegían. Este encuentro entre el hombre y la naturaleza genera una emoción indescriptible, pues estas plantas son el pulmón del páramo.
Condiciones extremas
A las 11:00 a.m, en medio de un paisaje majestuoso. Nos detuvimos para recargar energía. Dos bocadillos y agua sirvieron para recobrar fuerzas. Luego continuamos por un empinado, rocoso y húmedo camino.
Sobre el mediodía las condiciones del clima se complicaron y nos rodeó una fuerte neblina. El frío se agudizó tanto que empezamos a experimentar temperaturas por debajo de 0° centígrados.
Pese a las inclemencias del clima, logramos llegar a la laguna ‘pajarito’. Luego, sin perder tiempo seguimos caminando por la montaña hasta llegar a una de las llamadas ‘lagunas verde’.
Infortunadamente en esta ocasión no logramos contemplar a plenitud el paisaje y lo sublime de las ‘lagunas verdes’ pero la experiencia de caminar y sentir este territorio sagrado, nos transmitió una sincronía entre la belleza natural y la majestuosidad de lo que es una ‘fábrica’ de vida.
Según los guías que acompañaron nuestro viaje, en buenas condiciones climáticas si se puede visualizar en toda su magnitud las montañas, los frailejones con las lagunas que destilan un paisaje único y en total armonía que no se puede apreciar en ningún otro lugar.
La experiencia de recorrer parte del Páramo de Santurbán es única. Esta ruta, es solo una de otras que se pueden realizar desde otros municipios como California y Mutiscua que lo llevarán hasta el Parque Natural Regional Sisavita, y el Parque Natural Regional Santurbán, donde se encuentran más lagunas que componen el macizo montañoso.
Con las condiciones de una exploración como esta es apropiado ir bien abrigado, con buzo, chaqueta impermeable, gorro, bufanda, guantes, zapatos que estén dispuestos a embarrarse y lo más importante, una actitud de total disposición y respeto hacia el territorio.
A las 7:30 p.m., después de un recorrido inolvidable del que hicieron parte cerca de 25 personas, llegamos de nuevo a Bucaramanga, el lugar que se surte de la vida que se origina en el maravilloso Páramo de Santurbán.
Fuente: www.vanguardia.com redacción Vanguardia / Fotos: Vanguardia.com