Foto tomada de vanguardia.com
Una apuesta por el turismo y por recuperar las tradiciones se adelanta en Cabrera, una población del sur de Santander incrusta entre las montañas y ubicada a tan solo 22 kilómetros de San Gil.
En este pequeño casco urbano con casas de tapia pisada, fachadas blancas y calles en piedra, hoy se tiene programado un festival en donde se resaltan la tradición del fique y el millo. Es un ejercicio de recuperación ancestral en el que se viene trabajando hace dos años aproximadamente, contó Néstor José Vargas.
La jornada tendrá una muestra empresarial con productos hechos en fique, una degustación culinaria con productos a base de millo y algunas actividades deportivas como carrera de obstáculos individuales, para evitar contacto entre los participantes.
Desde hace algunos años, los cabreranos empezaron a identificar que los jóvenes se estaban marchando del municipio y en este trasegar las costumbres se estaban quedando en el olvido.
Luego se dieron cuenta que estas tradiciones representaban una oportunidad de desarrollo. De ahí la importancia de este tipo de actividades, contó Vargas.
La elaboración de los productos como bolsos a base de fique está a cargo de un grupo de mujeres artesanas, que trabajan de forma asociativa.
La meta de Cabrera es transformarse en un destino turístico reconocido, al igual que Barichara, con quien conectan con un camino ancestral que conforma la tradicional ruta del tabaco.
Se trata de una caminata que los lleva hasta el corregimiento Guane, en un recorrido diseñado por los indígenas Guane, propios de la provincia.
Celmira Pereira, consultora turística y miembro del comité de cultura del municipio, destacó que Cabrera está en una fase inicial de consolidación del destino y en este proceso recobrar el valor del fique, el algodón, el barro y el millo es fundamental para conseguir resaltar esa identidad entre los habitantes para que se sientan orgullosos.
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