“Bandera Azul”, más turismo

Colombia acaba de ingresar a un selecto abanico de países, cuyas playas ostentan el reconocimiento internacional “Blue Flag” o “Bandera Azul” y que significa, ni más ni menos, la certificación de un grupo inicial de cuatro playas por su manejo responsable y comprometido con la sostenibilidad ambiental.

Más que un sello a la calidad de las playas de Punta San Pedro del Hotel Magüipi en Buenaventura, Bello Horizonte del Hotel Zuana en Santa Marta, Playa Azul en La Boquilla en el Distrito de Cartagena, así como la emblemática Jhony Cay de San Andrés, “Bandera Azul” constituye un hito y un camino a seguir para otras playas colombianas, pues, dicho sea de paso, esta distinción le abre una nueva ventana de oportunidad al turismo colombiano ante el mundo.

Este reconocimiento perfilará mejor a las zonas playeras colombianas en el radar del turismo mundial, puesto que, al cumplir las rigurosas condiciones del programa “Bandera Azul”, estas se suman a las 3.783 playas, 698 marinas y 77 barcos ecoturísticos que ya forman parte de la iniciativa liderada por la Fundación de Educación Ambiental (FEE por sus siglas en inglés), con sede principal en Copenhaguen, Dinamarca.

“Bandera Azul” llegó a Colombia por la gestión y colaboración del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que realizó los primeros contactos con FEE. Esta organización a su vez, y previo análisis de exigencias de cumplimiento de requisitos, seleccionó a su representante u operador, honor que le correspondió a Acodal como operador nacional, gracias a su trayectoria, reconocimiento nacional y al esfuerzo de sus afiliados profesionales del sector de agua, saneamiento y ambiente.

Se cuenta con el apoyo de los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Vivienda, Ciudad y Territorio, Comercio, Industria y Turismo, Comisión Colombiana del Océano, Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería, y Asociación Hotelera Colombiana, Asotelca y un experto en turismo y calidad, quienes hacen parte del jurado nacional, conformado por Acodal como uno de sus primeras tareas frente a FEE.

Este es un programa donde la integralidad deja de ser una frase para convertirse en una realidad pues la certificación lograda por la playa, marina o embarcación, se alcanza una vez se verifica el cabal cumplimiento de protocolos que ya se encuentran establecidos y que tienen como finalidad ofrecer educación e información ambiental, garantizar la mejor calidad del agua para los bañistas, adelantar las actividades de gestión ambiental, así como brindar la seguridad y los servicios necesarios para que los usuarios accedan a los mejores estándares.

La experiencia internacional muestra que las playas certificadas atraen mayor número de turistas y generan aumentos de ingresos por servicios turísticos a visitantes que no dudan en pagar por servicios a los que anteriormente no accedían y una calidad que reduce al mínimo los riesgos en salud y seguridad.

Esto significa entonces que “Bandera Azul”, además de abrirnos nuevos horizontes turísticos y socioeconómicos expresados en una mayor competitividad, debe inspirarnos también para fortalecernos en educación ambiental, como un verdadero y significativo aporte a las nuevas generaciones y a la humanidad.

Fuente: Larepublica.co