Gastronomía, paisajes y la amabilidad de su gente son algunos atractivos que convierten a Santander en un destino ideal.
El cañón del Chicamocha, un accidente geológico de 264 hectáreas, ofrece también la posibilidad de hacer deportes extremos y montar en uno de los teleféricos más altos de Suramérica.
Si lo que busca es tranquilidad y reposo, puede visitar Barichara, declarado el pueblito más bonito de Colombia.
Y en el sur de Santander, el río Fonce es el escenario propicio para vivir emociones intensas por sus rápidas aguas que permiten realizar rafting y caminatas ecológicas.
En el área metropolitana de Bucaramanga, el turismo contemplativo se abre paso con la imponente escultura de 38 metros de El Santísimo, un mirador para toda la familia.
Fuente: Noticias Caracol / noticias.caracoltv.com